Desde mejorar los costos operativos hasta tener una mayor disponibilidad de servidores, la virtualización de servidores (también conocida como VPS—Servidor Privado Virtual) es la solución para alojar tus aplicaciones y sitios, mejorando la agilidad, flexibilidad y escalabilidad de la infraestructura de TI.
Por virtualización de servidores, entendemos el proceso de dividir un servidor físico en múltiples servidores virtuales a través de una aplicación de software hipervisor. Cada servidor virtual es completamente independiente del otro, logrando así alojar sus propios sistemas operativos. En pocas palabras, es la simulación de un servidor físico en un entorno virtual.
Veamos los 3 tipos de servidores virtuales que puedes encontrar en Madata:
1. Virtualización a Nivel del Sistema Operativo: En esta opción, no se utiliza un hipervisor; en su lugar, el sistema operativo del servidor físico se encarga de realizar sus tareas. Debido a esto, las máquinas virtuales deben ejecutar el mismo sistema operativo que el servidor físico, aunque operen por separado.
2. Paravirtualización: En este tipo de virtualización, se utiliza el hipervisor y toda la red se opera como una unidad integrada. La paravirtualización ahorra poder de procesamiento ya que cada sistema operativo en los servidores virtuales es consciente de los recursos utilizados por los demás.
3. Virtualización Completa: La opción más completa monitoriza los recursos del servidor físico y permite que cada servidor virtual sea independiente y esté aislado del resto de los servidores virtuales. Debido a que un hipervisor tiene sus propias necesidades de procesamiento, esto puede ralentizar las aplicaciones y afectar el rendimiento del servidor.
Veamos un ejemplo, imagina que tienes un sitio web en un hosting tradicional, tu sitio está funcionando normalmente, pero en el mismo servidor hay un blog de otra persona que recibe mucho tráfico en ciertos momentos del día.
Durante estos picos de alto tráfico, el servidor asigna más recursos de RAM y procesamiento a este sitio, lo que puede afectar el funcionamiento del resto de los sitios y/o aplicaciones alojados en la misma máquina (interrupciones, fallos del sistema) ya que el hardware de recursos es compartido.
Este problema no existe en un servidor virtual, que garantiza un mejor rendimiento.
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